Durante la cuarentena, fuimos testigos de inesperadas manifestaciones de la naturaleza, que se dieron como consecuencia de la menor movilidad de las personas y de la disminución de las actividades productivas. Así observamos, por ejemplo, cielos más limpios o fauna silvestre aventurándose en ámbitos urbanos. Esto llevó a reflexionar sobre la compleja relación que los humanos tenemos actualmente con la naturaleza. Muchos fueron los debates surgidos en torno al origen de la pandemia de COVID-19. Uno de estos plantea que su irrupción es la consecuencia de la actual degradación ambiental del planeta. En este contexto, volvió a actualizarse el concepto de salud hacia lo que se conoce como “Una Salud”, una definición que postula que nuestra salud está estrechamente relacionada con la salubridad del ambiente. Bajo este paradigma, la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y, a su vez, están vinculadas con el nivel de integridad de los ecosistemas naturales.
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Dr. Rubén Quintana.