En el Día Mundial del Agua, Rubén Quintana, investigador del IIIA, analiza los efectos de las actividades humanas en los humedales y plantea acciones para avanzar en su conservación. “Sobre todo, debemos preservar y hacer un uso sostenible de estos ecosistemas”.
La mayor parte de los humedales son de agua dulce y han sido reconocidos como fuentes insustituibles de agua, ya sea para consumo directo o para las actividades productivas. Rubén Quintana explica que muchas de las grandes civilizaciones pudieron desarrollarse gracias al agua que les aportaban los humedales. Como ejemplo cita a la civilización egipcia, que se servía del agua del río Nilo y sus humedales asociados. “La otra gran contribución que hacen los humedales es la purificación del agua”, detalla. “Esto es fundamental, en particular en nuestro país, donde dos tercios de la superficie se corresponden con tierras secas. Asimismo, los humedales tienen la capacidad de almacenar agua que permanece más tiempo disponible. Por el contrario, el agua que circula por los ríos sigue rápidamente su curso hacia el mar.”
Para leer la nota completa por Mariana Lanfranco ingresar aquí.